Si algo he aprendido en los años que llevo colaborando con diferentes ONG,s y Fundaciones es que cualquier ayuda, por pequeña que sea, tiene una importancia capital. Por eso me siento muy afortunado de que diferentes asociaciones se acuerden de mí y me permitan poner aunque sea un granito de arena para paliar tanta carestía, tanta desigualdad, tanta penuria.
Desde hace casi diez años que colaboro con Unicef en diversas campañas y me siento muy honrado de haber sido nombrado Embajador Oficial. Con Unicef viajé a Liberia, país dejado de la mano de casi todos, donde no voy a decir que me cambió la vida pero sí que entendí el valor de cualquier ayuda y el increíble trabajo que se está desarrollando en muchas partes del mundo gracias al esfuerzo de miles de cooperantes y la generosidad de mucha gente.