Peleas aparte, si hay algún momento deportivo de mi carrera que permanezca vivo en la memoria colectiva de este país son Los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. Aquella medalla de plata, en un momento en un país nada acostumbrado a este tipo de éxitos, trascendió lo deportivo y nos convirtió en leyendas desde el mismo momento en que nos la colgaron en el cuello. Han pasado ya más de 25 años y todavía hoy en día mucha gente no para de recordarme aquel verano, aquellos partidos, el sitio donde los vieron, la compañía que tuvieron. Fue todo muy especial, aunque tengo que reconocer que en aquel momento no fuimos del todo conscientes de lo que estábamos consiguiendo. Fuimos a ver qué pasaba y volvimos héroes de un país muy acomplejado deportivamente y que en aquella década de los 80 empezó a despertar para dar el cambio definitivo ocho años después, en Barcelona 92.
Este es un programa, Chócala, que hizo TVE bajo la dirección de Pedro Barthe sobre la historia del baloncesto español. Lógicamente no es de extrañar que uno de sus capítulos fuese dedicado a aquel verano. Salimos además hablando todos los jugadores. !Que jovencitos!