¿y ahora qué?

De la supervivencia a la consciencia

Enseñanzas del partido de nuestras vidas

Durante hace más de año y medio estamos siendo atacados por una pandemia global, sufriendo todo tipo de penurias y contratiempos. En lo personal y en lo profesional. Hemos perdido seres queridos, se nos ha recluido en nuestras casas, hemos tenido que cambiar nuestra forma de trabajo y relación y en varias ocasiones hemos creído ver la luz al final del túnel para luego decepcionarnos al ver que se apagaba. Todo ha sido duro, muy duro.

Afortunadamente, y a pesar de los vaivenes, parece que la situación ha mejorado lo suficiente como para ser optimistas de cara al futuro. Esto nos coloca delante de un dilema. Olvidar rápidamente lo ocurrido y volver al mismo punto donde estábamos hace dos años, o intentar aprovechar esta dolorosa experiencia.

Muchas cosas desgraciadamente no tienen ya arreglo. Pero lo que sí podemos es hacer una lectura correcta del partido que hemos jugado (y seguimos haciéndolo) para extraer ciertas conclusiones que nos permitan al menos aprovechar una vivencia tan traumática de cara a un mejor futuro
Tenemos delante una gran oportunidad de reconstruirnos mejor de lo que estábamos. No caer en la trampa de la nostalgia, que nos presenta nuestra vida pre pandémica como ideal y nos hace olvidar problemáticas que ya estaban entonces. Tampoco debería ser suficiente un conformismo que siempre puede producir la superación de una importante crisis. Todo lo ocurrido nos tiene que servir de catarsis y trampolín para mejorar lo que teníamos antes de que el mundo se diese la vuelta. Que este ejercicio de supervivencia realizado nos lleve hacia una nueva consciencia más beneficiosa para todos.

Con(s)ciencia de la solidaridad

Conferencia Juanma Iturriaga. De la supervivencia a la consciencia.

La conciencia colectiva

Las mejores lecciones que podemos sacar tienen que ver con el funcionamiento colectivo, con el trabajo en equipo. De la noche a la mañana pasamos a formar parte de un conjunto de millones de personas interconectadas que debían disputar un encuentro vital frente a un virus asesino. Este crucial partido nos ha recordado una vez más ciertos conceptos y comportamientos que deben ser aplicados para que un colectivo pueda rendir a la altura de lo que se le exija.

Desde casi el día uno fuimos consciente de que la pelea en la que nos habíamos metido no la podíamos ganar yendo por libre, pensando sólo en nosotros, tomando decisiones en búsqueda del beneficio personal antes que el colectivo. Una y otra vez, nuestra responsabilidad individual fue requerida, y vimos casi en vivo y en directo, de la importancia y las consecuencias de que todos respondiésemos adecuadamente o no a esta llamada.

Conciencia colectiva

Conferencia Juanma Iturriaga. De la supervivencia a la consciencia.

Fuertes a la vez que vulnerables

Además de exigirnos una gran conciencia colectiva, esta pandemia también nos ha recordado que somos vulnerables, que no somos invencibles, que se nos puede derrotar. Esto no es un síntoma de debilidad, sino una realidad que debemos tener en cuenta. ¿Acaso Rafa Nadal no sabe que en cualquier partido puede perder? El tener esa consciencia resulta muy importante pues a partir de ella, entendiéndola de la forma adecuada, nos empujará a cuidarnos más y mejor de nosotros, de los demás, de nuestras relaciones y del ecosistema en el que habitamos. No sólo eso, sino que resultará insostenible una mirada individualista sobre las cosas, lo que potenciará nuestra solidaridad, otra de las claves del trabajo colectivo

En definitiva, aunque el partido no esté terminado, ya nos ha dejado suficientes pistas para mejorar nuestras actuaciones. No tengamos prisa en pasar página sin una adecuada reflexión que nos pueda ayudar a convertirnos en mejores organizaciones.

Menos yo,
más nosotros

Conferencia Juanma Iturriaga. De la supervivencia a la consciencia.